Un conserje apaga un congelador y arruina más de 20 años de investigación
Un centro universitario pide un millón de dólares como compensación, por la metedura de pata de un conserje que arruinó un experimento de 20 años de duración.

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Que nadie tenga dudas al respecto: la realidad absolutamente siempre supera la ficción. Sí, aunque a veces dé la sensación de que ambas se da la mano, hasta el punto de que resulte difícil distinguir una de otra. Eso es precisamente lo que ha sucedido recientemente en un centro formativo de Estados Unidos cuyos acontecimientos parecen de película. De comedia, en concreto.
El problema es que, aunque visto desde fuera resulte hasta cómico, a los involucrados en el incidente seguramente no les haga la más mínima gracia.
Es lo que tiene la vida real, que a diferencia de Hollywood o Netflix, sí tiene consecuencias. Sobre todo cuando, como ha sucedido, alguien apaga por error un congelador y arruina más de 20 años de investigación.
El error que ha echado por tierra 20 años de trabajo
La historia, desde luego, parece de película y sucedió en el Instituto Politécnico Rensselaer, en el norte de Nueva York. Allí, en una de sus salas, se llevaba a cabo un experimento en un congelador con cultivos celulares y muestras que debían mantenerse a -80 grados Celsius. Una pequeña fluctuación simplemente de 3 grados causaría daños irreparables en la investigación.
Por este motivo, los encargados de la misma instalaron un sistema de alarma en el equipo: si la temperatura aumentaba o descendía, aquello comenzaba a pitar, advirtiendo a los expertos para que tomaran las medidas oportunas. Y eso fue precisamente lo que sucedió: la alerta se activó del 14 de septiembre de 2020, porque la temperatura había pasado a -78 grados.
Rápidamente, los científicos se pusieron en marcha, aunque decidieron que las muestras estaban seguras por el momento, así que se limitaron a poner un cartel en el recipiente: “Este congelador está emitiendo pitidos debido a que se encuentra en reparación. No lo mueva ni lo desenchufe. No es necesario que se limpie este lugar”. Con eso, se quedaron tranquilos por el momento.
Por desgracia, para ellos, un conserje empleado por una compañía de limpieza no parecía estar muy de acuerdo. Tal y como el mismo declaró después, el sonido de las “molestas alarmas” hizo que decidiera tomar cartas en el asunto y activar el congelador, con el poco acierto de apagar el electrodoméstico en lugar de encenderlo. ¿El resultado? 20 años de investigación a la basura.
La respuesta no se hizo esperar
Cuando los investigadores se dieron cuenta de lo sucedido, intentaron remediarlo, pero ya era tarde: todas las muestras se habían estropeado de manera definitiva.
Tanto es así, que ahora la escuela ha demandado a la empresa de mantenimiento a la que pertenecía el conserje por una cantidad de un millón de dólares. A causa de los daños y perjuicios ocasionados por su empleado.
Eso sí, por lo menos el colegio parece tener claro que el conserje, a pesar de su torpeza, no es el culpable de lo sucedido, sino más bien su empresa, quienes le pusieron a trabajar en un entorno científico sin darla las instrucciones necesarias, como comparte CNN. En este caso, que si escuchaba una alarma se quedara quietecito, parece ser.
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Etiquetas: Curiosidades