Google y Microsoft consumen tanta electricidad como 100 países para la IA: ¿Es algo realmente alarmante?
La inteligencia artificial se ha convertido en la tecnología perseguida por miles de empresas y que promete cambiar el panorama mundial. Sin embargo, detrás de ella se esconde un aspecto muy desconocido: su consumo energético.

Imagen generada con IA
Pese a la gran revolución que está suponiendo la inteligencia artificial y su desarrollo, uno de los aspectos que más preocupan y por el que surgen miles de dudas es el consumo de electricidad asociado con su funcionamiento.
Para que tan solo te hagas una idea, en 2022, los centros de datos, es decir, las grandes infraestructuras que se esconden detrás de esta tecnología, consumieron alrededor de 460 TWh de electricidad a nivel mundial, lo que representa aproximadamente el 2% del consumo energético total.
Por otro lado, otro dato impresionante que se ha revelado indica que la demanda de aplicaciones de IA para 2024 podría ser tan voraz como el consumo de energía de dos plantas nucleares y el entrenamiento de estos "cerebros digitales" es parte del problema.
"Hay pronósticos que estiman que para 2027, la industria de la IA podría consumir entre 85 y 134 teravatios-hora (TWh) de electricidad al año, lo que equivale al consumo anual de países como Países Bajos, Irlanda o Suecia. Esto llega a superar al de otras tecnologías como Bitcoin, cuya red consume aproximadamente 127 TWh al año", añade José Antonio Alguacil, CEO en Ilusionlabs y YouTuber, en una entrevista para Computer Hoy.

Michael Thomas
Empresas gigantes como Google y Microsoft están en el centro de esta discusión, ya que su consumo de electricidad para alimentar sus infraestructuras de IA ha alcanzado niveles comparables al consumo total de 100 países. Según el estudio de Michael Thomas, los centros de datos de Google y Microsoft consumen más o menos lo mismo: 24 TWh en 2023.
Sin embargo, José Antonio Alguacil considera lo siguiente al preguntarle si es justa esa comparación empresa-países o simplemente se lanza a modo de alarma: "No creo que sea justo ni certero ya que por ejemplo Google, Microsoft o Apple son empresas globales que generan enormes beneficios y valor económico con ese consumo energético, mientras que muchos de los países mencionados tienen economías más pequeñas y un aporte global ínfimo".
El camino hacia una IA más sostenible y eficiente ya ha comenzado
Sin ir más lejos y en contraste con las preocupaciones sobre el consumo energético de la IA, Bill Gates ha expresado que no hay que preocuparse excesivamente por este aspecto. Gates argumenta que la tecnología siempre ha avanzado hacia soluciones más eficientes y que la IA no será una excepción. Según él, el enfoque debería estar en desarrollar tecnologías que sean más eficientes energéticamente y en encontrar formas de generar energía de manera más sostenible.
Precisamente uno de los puntos clave en este problema es la eficiencia energética. Las empresas tecnológicas están invirtiendo en desarrollar hardware y software que sean más eficientes en términos de consumo de energía. Por ejemplo, los centros de datos están siendo diseñados con tecnologías de enfriamiento avanzadas y sistemas de gestión de energía que reducen el consumo eléctrico.
Por otro lado, tanto Google como Microsoft se han comprometido utilizar fuentes de energía renovable en sus operaciones. Google, por ejemplo, ha sido un líder en la compra de energía renovable y ha alcanzado el 100% de energía renovable en sus operaciones en varios años consecutivos. Microsoft también ha hecho avances en este campo, con el objetivo de ser carbono negativo para 2030.
Lo cierto es que a pesar del alto consumo energético, los beneficios de la IA no se pueden pasar por alto. La IA tiene el potencial de resolver todo tipo de problemas e intervenir como nunca ha podido el humano en sectores como la salud, la educación y el transporte.
"Si hablamos en términos puramente energéticos los beneficios de la IA parecen superar los costes asociados. La IA está ayudando a mejorar significativamente la eficiencia energética y la gestión de recursos, tanto a nivel doméstico como industrial, favoreciendo la eficiencia y reduciendo emisiones. También optimiza la producción de energías renovables al mejorar las predicciones meteorológicas", comenta el experto.
"En el ámbito de la eficiencia energética, las IAs facilitan la detección temprana de anomalías en el consumo, evitando sobreconsumos y reduciendo costes. Además, optimiza la demanda y flexibilidad energética en edificios, infraestructuras e industrias", añade.
¿La energía nuclear como parte de la solución?
Teniendo en cuenta que la inteligencia artificial podría consumir en 2024 tanto como dos centrales nucleares, ¿por qué no se incentiva precisamente este tipo de energía para darle el apoyo que necesita su desarrollo?
A diferencia de las fuentes de energía convencionales, la energía nuclear no emite carbono y puede operar las 24 horas del día, independientemente de las condiciones meteorológicas. La apuesta por la energía nuclear también responde a la creciente preocupación por reducir la dependencia de combustibles fósiles.
Sin embargo, esta decisión no está exenta de controversias —muchas de ellas por falta de conocimiento—. El uso de la energía nuclear plantea preocupaciones ambientales y de seguridad, y la aprobación y regulación de estos proyectos puede llevar años y costar grandes sumas de dinero.
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Etiquetas: Inteligencia artificial, Microsoft, Consumo, Software