El gran enemigo de los Smart TV con pantalla OLED tiene un nombre: AZUL
La tecnología OLED, a pesar de su calidad de imagen superior, enfrenta un desafío importante: la corta vida útil de los diodos azules. Aunque se están realizando investigaciones para mejorar su durabilidad, este sigue siendo el dolor de cabeza de los fabricantes.

Imagen generada con IA
En la actualidad, los televisores con pantalla OLED son de los más atractivos del mercado. Su capacidad para ofrecer negros puros y colores vibrantes, junto con un buen contraste y ángulos de visión amplios, los convierte en una opción tentadora para los amantes del cine y las series.
Pero, ¿cómo funciona esta tecnología y por qué es considerada superior a los tradicionales LCD? La Organic Light-Emitting Diode se basa en diodos orgánicos que emiten luz por sí mismos al recibir una corriente eléctrica.
Cada píxel en un Smart TV OLED es un pequeño diodo que se enciende y apaga individualmente, lo que permite un control preciso del color. A diferencia de los LCD, que necesitan una luz de fondo para iluminar los píxeles, los OLED generan su propia luz, lo que resulta en negros más profundos.
Además, los televisores que cuentan con este tipo de panel son más delgados y flexibles, lo que permite diseños más elegantes y versátiles. También ofrecen un tiempo de respuesta más rápido, lo que es ideal para escenas de acción y videojuegos.
Sin embargo, a pesar de ofrecer una calidad de imagen inigualable, el OLED tiene un enemigo: los diodos emisores de luz orgánicos azules. Según investigadores de la Universidad de Michigan, Estados Unidos, aunque el OLED es mejor en calidad de imagen, aún tiene mucho que mejorar.
El papel crucial de los diodos azules en las pantallas OLED

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Los diodos azules son esenciales para crear la amplia gama de colores que ves en la pantalla, pero también son los más problemáticos en términos de durabilidad. Esto se debe a que los materiales utilizados para crear la luz azul son menos estables y se degradan más rápido con el tiempo. Como resultado, los paneles OLED pueden perder brillo y uniformidad de color a medida que envejecen.
Cabe señalar que los expertos de la Universidad de Michigan, Stephen R. Forrest y Chris Giebink, han señalado que si los humanos no pudiéramos ver el color azul, uno de los mayores problemas de la tecnología OLED se habría resuelto rápidamente, puesto que si no existiera la necesidad de los diodos azules, los paneles de este tipo podrían durar más de 100 años.
La razón de la corta vida útil de estos diodos radica en su composición molecular debido a que sufren dos reacciones que aceleran su degradación, algo que no ocurre con los diodos rojos y verdes, cuya durabilidad es mucho mayor. Esta descomposición rápida afecta directamente al brillo y la calidad de la imagen, por lo que las pantallas pueden presentar un efecto de quemado.
Los investigadores están trabajando en formas de mejorar la durabilidad de los diodos azules, como aumentar su área de superficie y reducir su brillo. También se están desarrollando nuevas tecnologías, como el apilamiento vertical de componentes, para extender la vida útil de los paneles.
A pesar de este desafío, los televisores con tecnología OLED sigue avanzando a pasos agigantados. Los fabricantes, como LG o Sony, están mejorando constantemente la durabilidad y el rendimiento de este tipo de paneles, y se espera que en el futuro se convierta en el estándar para Smart TV y otros dispositivos de visualización, con el objetivo de poner fin a los LCD.
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